Los roedores son la plaga urbana número uno, por lo que parece más que apropiado que el primer invitado de Talking Pest Management de 2021 sea el rodentólogo Dr. Michael H Parsons.

El Dr. Parsons, investigador visitante en la Universidad Fordham de Nueva York (EE.UU.), trabaja ahora desde su sede en Houston (Texas), ya que ha tenido que dejar de desplazarse a su centro de investigación de Brooklyn (Nueva York) a raíz del brote de coronavirus.

Curiosamente, el principal organismo plaga de Michael fueron los marsupiales, en particular el gran canguro occidental, que estudió durante 10 años. Sin embargo, el traslado a Nueva York hizo necesario un cambio de organismo modelo, ya que no hay demasiados canguros en Nueva York. Un colega le presentó al Dr. Bobby Corrigan(otro invitado de TPM), cuya pasión y dedicación al estudio de las ratas urbanas le inspiró, ¡así que él también se convirtió en roedorólogo!

Michael explica que lleva casi 20 años vinculado al sector de las plagas y que le interesa especialmente el ensayo de soluciones novedosas, lo que significa realmente una gestión específica y estratégica. Para evaluar y así añadir nuevas herramientas a la caja de herramientas. Su investigación multimodal combina varias señales -por ejemplo, la vista y el olfato-. Los animales, en particular las ratas, son tan inteligentes que pueden habituarse a casi cualquier señal. Los repelentes, los atrayentes e incluso los apaciguadores se consideran herramientas potenciales.

A la pregunta de por qué es tan importante estudiar las ratas de las ciudades, Michael explica que, lamentablemente, el 99% de los conocimientos que tenemos sobre las ratas salvajes se basan en las ratas de laboratorio. A pesar de vivir tan cerca del hombre son peligrosos y difíciles de estudiar.

Las ratas de la ciudad “pertenecen” a alguien: se encuentran en propiedades privadas o municipales, lo que dificulta el acceso de los investigadores. Los profesionales de las plagas sí tienen acceso, por lo que Michael aboga por que colaboren más estrechamente con el mundo académico para beneficio mutuo en el desarrollo de nuevas estrategias.

¿Roedores transmisores del Covid-19?

Un proyecto actualmente en curso consiste en evaluar si los roedores pueden infectarse con el virus SARS-COV2, responsable del Covid-19, y también si pueden transmitir el virus mecánicamente. Michael invita a todos los interesados en participar en la investigación -una colaboración con el Proyecto Rata de Vancouver- a ponerse en contacto con él a través de Twitter @Urban_ecology_, LinkedIn drmichaelparsonsor o correo electrónico.

En cuanto al futuro papel de los rodenticidas, Michael menciona, como era de esperar, la timidez de los cebos, la resistencia y los problemas de envenenamiento secundario de la fauna salvaje, todos ellos problemas cada vez más importantes. Otro factor es el bienestar de los animales. Las ratas no sólo son inteligentes, sino que cada vez se las ve más capaces de expresar emociones o, como dicen los científicos, de expresar contagio emocional. A la gente no le gusta hacer daño a los animales y la muerte por rodenticida es lenta y dolorosa.

Es posible que surjan nuevos métodos de control, pero a corto plazo hay que pensar en la higiene y la exclusión. Los repelentes son una posibilidad, pero lo más interesante es la idea de trampas con resorte que inyectan anticonceptivos.

¿El futuro?

Para el futuro, Michael aboga por que el mundo académico colabore con la industria, por ejemplo en el desarrollo de una aplicación que vincule la teoría con la práctica y recopile datos para crear un banco de información.

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